Es sin duda uno de nuestros colores favoritos. Para mobiliario no debemos usarlo en exceso ya que genera mucha tensión decorativa. Aplicado en algunas piezas puntuales puede dar un toque elegante y sofisticado a las estancias. Sobre todo muy aconsejable para piezas auxiliares y no para conjuntos completos.
En este caso es un lacado negro satinado sobre un mueble clásico de formas onduladas de estilo francés. Está combinado con unos tiradores y aplicaciones en los muros y en las punteras en color dorado. Asímismo, y esto le confiera una elegancia especial tiene en la tapa una pieza de mármol también negro, que genera una diferencia sutil entre los dos acabados.