El oficio de tapizar

Los primeros tapiceros fueron egipcios del año 5.000 a.c. Nos dejaron sillas tapizadas que se han encontrado en las tumbas de los faraones. En la edad media fue cuando reyes y nobles tenían a su servicio artesanos que fabricaban para ellos butacas y sillas de madera. En el renacimiento las butacas, sillas y sofás adquieren su máxima elegancia. Desde los años 70 los tapiceros utilizan espumas sintéticas para los rellenos de sillas, butacas y sofás. Las espumas sintéticas son un auténtico mundo de variedad y calidad, destacando las de alta densidad, y clasificándose en muchos casos por el nivel de suavidad o de hundimiento que provocan al sentarse, dando lugar a lo que coloquialmente se conoce como sentadas blanda, media y dura. También siguen teniendo mucho valor los rellenos de pluma de oca y fibras naturales. En determinados casos se usan bloques de muelles para dar más consistencia, durabilidad y confort a los asientos. 

A la hora de tapizar es habitual combinar las telas en varios colores o texturas, así como el uso de abotonados o pliegues de diferentes tamaños y geometrías, siendo las más habituales las de forma romboidal con botones en los vertices. Asímismo es frecuente el uso de tachuelas metálicas para fijar la tela, así como vivos en los extremos de las piezas a modo de contorno. 

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