Sentarse a una mesa redonda

Reuniones en mesa redonda

Después de esta epidemia que ha traido tantas consecuencias, el poder sentarse a una mesa un grupo familiar o de amigos es un verdadero lujo. En nuestro sueño ideal de comida con esos amigos a los que no vemos desde hace meses o con la familia, quizás la forma circular es la perfecta, ya que nos permite visualizar a todos los invitados, y por otro lado no establece jerarquías como puede ocurrir en las mesas rectangulares con dos extremos.

Hay fantásticas mesas como esta de estilo rústico, con tapa maciza de madera de gran grosor en el canto, y pies muy sólidos a modo de viga de madera maciza que casi podrían servir para sostener una parte del tejado de una casa. En este estilo de mesa rústica se nos ocurren magníficas comidas sin mucha vanguardia pero con mucho sabor y contundencia.

Por hacer una alusión histórica o mejor dicho de ficción, a todos se nos viene a la cabeza los caballeros de la mesa redonda. En la leyenda del Rey Arturo, la mesa redonda era una mesa mística de Camelot alrededor de la cual el rey y sus caballeros se sentaban para discutir asuntos de crucial importancia para el gobierno del reino. Se especula con que esta magnífica mesa servía para sentar a 25 caballeros y que el diámetro de la misma era de aproximadamente 8 metros. 

Etiquetas: