Hace unos días escuchando al a directora de una prestigiosa casa de subastas numismáticas nos dio por reflexionar y es cierto lo que comentaba a la vez que una pena. Explicaba que hay un flujo continuo de piezas, en su caso monedas hacia otros países como Estados Unidos y China. Lógicamente eran piezas que no tienen ninguna restricción legal para viajar y su venta era completamente legal, pero claro, nos estamos desponjando de una riqueza cultural y artística enorme. Por un lado la capacidad económica de nuestro país era mucho más débil y también la falta de interés en muchos ámbitos.

Esto que indicaba esta prestigiosa directora dedicada al mundo de la numismática lo podemos extender a otras artes como la pintura, la escultura, el mobiliario. El patrimonio artístico que está en manos públicas está a salvo, pero hay un patrimonio menos conocido y también muy interesante en manos privadas que lentamente está cambiando de manos, y esas manos no son de nuestro país.

Aunque tenga poca repercusión, animamos a todo el que pueda y tenga interés que conserva o adquiera alguna pieza. El disfrute de tener una pieza de arte y su conexión con la historia y con la cultura produce un placer y una sensación muy personal, ya que son cosas en muchos casos únicas en el estado en el que están de desgaste