El minimalismo

El minimalismo surge en Estados Unidos en la decada de 1960 como reacción contra el abusivo predominio de las corrientes realistas y el arte pop. El minimalismo es la tendencia a reducir a lo esencial, a despojar de elementos sobrantes. Procede del término inglés minimalism, o sea que utiliza lo mínimo. El minimalismo en el arte y en la arquitectura se podría caracterizar entre otras por su reducción y síntesis, purismo estructural y funcional, geometría elemental rectilínea, orden, desmaterialización, abstracción  y precisión en los acabados. En el caso del mundo del arte el espacio forma parte de la obra y si bien toda obra de arte modifica más o menos la percepción del espacio circundante, en el caso de las minimal lo hacen intencionadamente como parte de su contenido. También se ha extendido a algunos otros aspectos de la creación o de las costumbres de vida. El minimalismo como estilo de vida no es nuevo y se pueden encontrar sus raíces en el ascetismo. Los individuos que practican el minimalismo buscan reducir sus pertenencias al mínimo.

En decoración el minimalismo busca unos interiores limpios modernos y funcionales. Ahora bien, al prescindir de todo aquello que resulta superfluo podemos correr el riesgo de acercarnos peligrosamente a una decoración fría e inexpresiva. En el caso del uso del color, no se debe caer en el error de pensar que solo el blanco y el gris son aceptados en minimalismo, y en general hay que evitar que el estilo minimalista sea aburrido o caiga en una estética demasiado formal o incluso simplona.

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